Un lugar en mi mundo
Por Fabián Rodríguez *
Para llegar a Arroyito, sólo hay que ir por la ruta panamericana hasta la localidad de Las Catitas, en Santa Rosa, girar hacia el norte y desandar los
Mirando con un poco más de atención y detenimiento se distingue una antiquísima pista de aterrizaje, un gran tanque de agua (sin agua), corrales con animales y, un poco más allá, infaltable, un pequeño cementerio. Centro de Salud y Registro Civil funcionan en sendas casas y atienden al momento de ser necesitados. Todo, pero absolutamente todo, rodeado de una inmensa, pero muy inmensa “inmensidad”.
Cerca de 20 profesores y unos 60 alumnos componen la pequeña comunidad educativa de Arroyito. Algunos pibes vienen de muy lejos, tanto como
En Arroyito y particularmente en la escuela-albergue cuidar el agua es algo que se toma muy en serio ya que se trae desde el departamento de
Pero a falta de recursos y tecnología, lo que sobran son ideas y ganas de llevarlas adelante. Por ello y con la ayuda de los profesores y vecinos, los alumnos han desarrollado una huerta orgánica con riego por goteo con la intención de proveer de verdura fresca a la cocina de la escuela, pero también aplicar los conocimientos que día a día van adquiriendo gracias al perfil de la institución. Además están desarrollando un proyecto turístico con la idea de captar viajeros del mundo que quieran conocer las verdaderas costumbres del campo argentino, y especialmente de la dura vida en el desierto lavallino, uno de los más secos del mundo. Además se han tomado muy en serio el tema de adquirir una segunda lengua a través de un taller de conversación que se dicta a la hora de la comida, en donde se habla exclusivamente en inglés. También están diseñando cartelería en español e inglés para la señalización del lugar. La idea no es descabellada, ya que cada vez más frecuentemente se ven pasar por el lugar modernos vehículos con visitantes ávidos de degustar un rico chivito asado, un buen costillar recién faenado y por qué no, asistir a una yerra o compartir labores de campo con los puesteros.
Tengo que confesar que hasta hace menos de seis meses yo no conocía Arroyito ni me imaginaba que existiera. Pero fue esa misma ignorancia y un poco de mi habitual “despiste” lo que me llevó a tomar unas horas de inglés en
Es cierto que todo queda bastante lejos e incomodo de llegar. Que la calidad de vida no es la mejor, ni la más alta. Pero también es cierto que la experiencia está buena. Hay historias pequeñas a cada momento, hay vínculos muy fuertes entre los alumnos, hay problemas como en todos lados, hay sueños, hay expectativas y, por sobre todas las cosas, hay un gran respeto por las costumbres de ése, su lugar.
* Fabián Rodríguez es profesor de inglés en varias escuelas de la zona este. Periodista y actual Jefe de Prensa del ACSM.-
(1) Dirección Provincial de Vialidad.-
(2) Gracias a la gestión de Gustavo Pinto, Intendente de